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El papel de la nutrición en la desaparición de las abejas

Por Miguel Corona Villegas

En los últimos años, las abejas productoras de miel (Apis mellifera) han sufrido una alarmante reducción en su población prin- cipalmente en Estados Unidos y Europa. La pérdida de colonias de abejas, no sólo impacta la producción de miel, sino de manera más importante, la producción de diversas frutas y verduras que dependen de la polinización para su fecundación. Se estima que el valor económico de la polinización es 15 veces superior al de la producción de miel y que alrededor del 35-40 % de la producción agrícola mundial proviene de espe- cies de plantas que dependen de la polinización animal, la cual es realizada principalmente por las abejas.

Este artículo se divide en dos partes: en esta primera parte, se discutirán las causas principales de la pérdida de colonias de abejas, con un énfasis en el papel de la nutrición. En la segunda parte, que se publicará en el siguiente número de Biotecnología en Movimiento, se realizará una revisión de las principales estrategias que se han propuesto para solucionar este problema.

Causas de la pérdida de las colonias de abejas

Se han propuesto diversas causas para explicar la pérdida de colonias de abejas; éstas incluyen los efectos de parásitos y enfermedades, entre los que destacan una especie de ácaro (Varroa destructor) y el virus de las alas deformes (llamado así por causar deformidades en las alas de las abejas), transmitido a través de la infestación de este parásito. Sin embargo, ningu- no de estos factores, de manera independiente, ha demostrado ser la causa de la muerte de las abejas. En la opinión de la mayoría de los investi- gadores, la disminución en la población de abe- jas se debe a la combinación de varios factores.

Una pista que puede ayudar a clarificar este misterio, lo constituye el hecho de que otros polinizadores, como los abejorros, presentan una disminución semejante en su población. Esta observación es importante, porque permite poner especial énfasis en la investigación de los factores comunes que afectan a los diversos polinizadores. Un problema común que afecta a los diversos polinizadores es la destrucción de su hábitat, lo que incide directamente en la diversidad de plantas de las cuales se alimentan.

Estudios recientes muestran que la pérdida de colonias es mayor en áreas cubiertas por monocultivos, apoyando la propuesta de que el estrés nutricional es un factor importante en la disminución de las poblaciones de abejas. De esta manera, aunque la disminución de las poblaciones de abejas es probablemente el resultado de la combinación de muchos factores, existe suficiente evidencia para proponer que la desnutrición de las abejas es una de las causas primarias de este fenómeno y puede constituir la clave para tratar de solucionar este problema.

Requerimientos nutricionales de las abejas

El polen es la principal fuente de proteínas y lípidos (grasas) para las abejas y su consumo es indispensable para su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, pólenes de diferentes plantas difieren en sus propiedades nutricionales, las cuales de- penden de la cantidad y calidad de sus proteínas y lípidos. Pero, ¿en qué se basa la calidad de las proteínas y lípidos? Las proteínas de todos los seres vivos están compuestas por 20 aminoácidos. En la mayoría de los animales, incluyendo las abejas, hay 10 aminoácidos que no son producidos por sus cuerpos, los cuales son conocidos como aminoácidos esenciales. Estos aminoácidos deben ser incluidos en el polen para la obtención de una nutrición balanceada. Una situación similar ocurre con respecto a los lípidos en el polen, en donde no sólo la cantidad, sino la calidad (contenido de ácidos grasos esenciales) es fundamental para el crecimiento y desarrollo de la colonia. Aunque no se ha estudiado específicamente en las abejas, en la gran mayoría de los insectos los ácidos grasos linoléico (omega 6) y linolénico (omega 3) son esenciales para el crecimiento. Sin embargo, no se espera que la totalidad de aminoácidos y ácidos grasos esenciales existan en un solo tipo de polen; de hecho, aunque la información de los valores nutricionales de los diversos pólenes es aún muy incompleta, no hay evidencia de que un sólo tipo de polen contenga todos los aminoácidos y ácidos grasos esenciales para la nutrición de las abejas. Por ejemplo, el polen de maíz es deficiente en histidina, uno de los 10 aminoácidos esenciales y no hay estudios respecto a su contenido de ácidos grasos. Por tal motivo, la probabilidad de obtener una nutrición balanceada es mayor cuando las abejas consumen pólenes de diferentes plantas. En apoyo de esta hipótesis, diversos estudios realizados en nuestro laboratorio, han demostrado que una dieta compuesta por diversos tipos de polen (multifloral) confiere una menor susceptibilidad a enfermedades, comparada con dietas compuestas con un sólo tipo de polen (monofloral). En resumen, la inclusión de aminoácidos y ácidos grasos esenciales derivados de una dieta compuesta de pólenes de diferentes plantas, constituyen un requerimiento esencial para la correcta nutrición de las abejas.

Varios grupos de científicos llevan a cabo actualmente estudios en el campo, donde se está investigando activamente el efecto de la calidad y cantidad de polen que las abejas consumen en diferentes áreas agrícolas, principalmente en Estados Unidos y Europa. Los resultados iniciales de estas investigaciones apoyan la hipótesis de que el estrés nutricional, asociado al uso intensivo de monocultivos, resulta en colonias de abejas con baja población, mayor susceptibilidad a parásitos y enfermedades y mayor probabilidad de perecer principalmente durante el otoño e invierno. De igual manera, estos estudios indican que el efec- to de otros factores que han sido previamente asociados con la pérdida de colonias de abejas, tales como exposición a dosis sub-letales de inecticidas, es mayor cuando las colonias de abe- jas tienen una nutrición deficiente.
Continuará...

Este artículo fue publicado originalmente en el periodico “La Unión de Morelos” 27 de Abril del 2015



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