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El Departamento de Biología Molecular del Instituto de Investigaciones Biomédicas y los inicios del IBt

Por Mario Zurita Ortega

En este artículo pretendo dar mi visión de estudiante, de cómo viví ser miembro del laboratorio del Dr. Francisco Bolívar y después del grupo del Dr. Xavier Soberón en el Departamento de Biología Molecular del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, que se convirtió en el grupo semilla para la creación del Centro de Investigación sobre Ingeniería Genética y Biotecnología (CIIGB), ahora el IBt.

El grupo

En 1981, cuando estaba en el séptimo semestre de la carrera de Biología en la UNAM, llegué al laboratorio del Dr. Bolívar, para hacer primero el servicio social y después la tesis de licenciatura en el Departamento de Biología Molecular del Instituto de Investigaciones Biomédicas, en Ciudad Universitaria, D.F. Antes de entrar a su grupo, el Dr. Bolívar me dejó leer 11 artículos entre los que obviamente estaban sus trabajos publicados en la revista Gene en 1977, sobre la construcción de nuevos vehículos moleculares de clonación, entre ellos el pBR322 (p, por plásmido -vehículo de clonación de ADN- en E. coli; B, por Bolívar y R, por Rodríguez, los dos investigadores posdoctorales que lo contruyeron) y el artículo de Science sobre la expresión del gen sintético de la somatostatina humana en E. coli, para discutirlos con él dos semanas después. Cuando finalmente me admitió en su grupo, no puedo olvidar lo que me dijo: “Si ya me habían dicho que le estaba vendiendo mi alma al diablo”. El diablo o no, yo estaba muy emocionado de entrar al único grupo en México que hacía Ingeniería Genética en ese momento y que estaba a la vanguardia en varias de las técnicas modernas en Biología Molecular. Todos los alumnos nuevos del grupo del Dr. Bolívar tenían que pasar primero una prueba, -estar al menos unos tres o cuatro meses, la mayoría del tiempo en el cuarto frío, purificando enzimas de restricción (modificadoras del ADN que sirven para hacer las manipulaciones de genes “in vitro”)-. En aquel entonces, todas estas enzimas no eran comerciales y, para obtenerlas teníamos que purificarlas a partir de la especie de bacteria específica que las producía. Yo purifiqué varias de ellas (tiene cada una su historia...), pero lo importante es que aguanté y aprendí a purificar proteínas.

El laboratorio del Dr. Bolívar estaba compuesto en ese momento por Irma Vichido como técnica del grupo y todos los demás éramos estudiantes, entre l os que destacaban Ray Sánchez Pescador, brillante estudiante de doctorado; Fernando Valle, Edmundo Lozoya, Elvira San Vicente y Luis Covarrubias, todos estudiantes de maestría. También estaban Paulina Balbás y Patricia de Gortari haciendo tesis de licenciatura, quienes después entraron a la maestría, así como Aurora Blanco. Unos meses más adelante, Xavier Soberón regresó de una estancia en el Instituto City of Hope en California, USA, en donde estaba aprendiendo a hacer ADN sintético en el grupo del Dr. Itakura, líder en el campo en ese momento. Más tarde, Xavier fundó lo que es ahora la Unidad de Síntesis y Secuenciación de ADN del IBt. Al principio no había máquinas y todo se hacía a mano, empezando desde la modificación de nucleótidos, necesarias para las reacciones de síntesis del ADN sintético, casi al mismo tiempo que yo, entraron a este grupo de investigación Alejandro Garcíarrubio, Guillermo Oliver y Mariza Gómez Pedrozo

El grupo del Dr. Bolívar mantenía una muy estrecha y productiva colaboración con en el grupo del Dr. Fernando Bastarrachea, en el que Alejandra Covarrubias era estudiante de doctorado y Mario Rocha estudiante de Alejandra. También estaban David Romero e Irene Castaño. Con respecto a la composición de su grupo y sus colaboradores, creo que el Dr. Bolívar no se podía quejar ya que, como se lo he expresado en alguna ocasión, tenían un trabuco, lo cual quedó demostrado con los años.

Las líneas de investigación y la importancia de los proyectos de Ciencia Básica

En ese momento y dada la relevancia de poder desarrollar en México la producción de proteínas humanas en bacterias que tienen importancia para la sociedad, el proyecto más vendible y clásico de Ingeniería Genética era la producción de insulina humana en E. coli. Este proyecto fue la punta de lanza para la creación del CIIGB y lo llevaban Ray Sánchez, Paulina Balbás y Patricia de Gortari. Otro proyecto aplicado fue el de la sobre-expresión de la penicilina acilasa, que es una enzima que degrada a las penicilinas (cuyos productos pueden ser utilizados para el desarrollo de nuevos antibióticos), en el que participaban Aurora Osorio y Mariza Gómez, en colaboración con el grupo del Dr. Rodolfo Quintero. El grupo también seguía la tradición en la generación de nuevos vectores moleculares de clonación en los que participaban Xavier, Luis y también yo, en cierta manera. Había una buena dotación de proyectos de ciencia básica que buscaban entender cómo estaban regulados los genes que participan en el metabolismo ni- trogenado de E. coli, en particular, cómo estaban reguladas -en diferentes condiciones- los genes de varias enzimas como la glutamina sintetasa, la glutamato sintasa y la glutamato deshidroge- nasa, enzimas fundamentales en el metabolismo nitrogenado. Estos proyectos eran conducidos por Alejandra Covarrubias, Mario Rocha, Elvira San Vicente, Edmundo Lozoya, Alejandro Garcíarrubio y también Ray Sánchez-Pescador. El desarrollo de estos proyectos básicos era esencial para que el grupo funcionara.
Continuará...



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