Las siete patentes otorgadas al IBt en el 2014.
por Mario Trejo LoyozLas invenciones descritas a continuación, son una muestra que da idea de la amplitud de temas que desarrolla el IBt: biotecnología agrícola (nuevas toxinas insecticidas), biotecnología industrial (cultivos más eficientes en la producción de proteínas recombinantes) y biotecnología para la salud (nuevos péptidos antibióticos, potencial medicamento para enfermedades autoinmunes y nuevas generaciones de antivenenos). Este trabajo de investigación y desarrollo, reforzado por un trabajo cuidadoso de gestión tecnológica, a cargo de la Secretaría Técnica de Gestión y Transferencia de Tecnología, dependiente de la Secretaría de Vinculación, le permite al IBt ser una de las entidades académicas de la UNAM y del país, líder en la producción de tecnología y su transferencia al sector productivo, buscando beneficiar a la sociedad a la que se debe.
La primera de las invenciones, generada por el grupo del Dr. Lourival Possani, se refiere a dos péptidos (pequeñas proteínas) aislados del veneno de un alacrán mexicano, con la capacidad de controlar un canal de potasio que ha sido identificado como pieza clave en el posible tratamiento de enfermedades autoinmunes (como la psoriasis, la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple) e incluso el rechazo de órganos. Esta invención y las patentes que le dan protección, se encuentran licenciadas a una empresa mexicana para su explotación comercial. Durante 2014, a esta invención se le otorgaron otras tres patentes a partir de las respectivas solicitudes de fase nacional (extensiones geográficas de una misma solicitud internacional) en Euroasia, (Patente No. EA 200901530); en Australia (Patente No. AS 2007353147) y en China (Patente No. ZL 200780053305.7). Estas tres nuevas patentes se suman a otras 8 patentes de fases nacionales que ya se le han otorgado en años previos en otrospaíses y/o regiones (como Europa) a esta misma invención.
La patente No. US 8,822,157 fue otorgada por la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos en 2014. Se trata de una patente divisional de otra patente primaria (otorgada en 2012) que conjuntamente se refieren a una invención generada por el grupo de los Dres. Mario Soberón y Alejandra Bravo y consiste en la utilización de la proteína “S-Layer” en el control de insectos plaga, así como en un método para detectar la presencia de este tipo de proteínas insecticidas. Este método utiliza técnicas moleculares como la reacción de la polimerasa en cadena (PCR), técnica similar a la que se utiliza en pruebas depaternidad y pruebas de reconocimiento forense de cadáveres. Las proteínas tipo “S-Layer” forman parte de la capa más externa de algunas bacterias y se les ha involucrado en la virulencia y patogenicidad de bacterias Gram-positivas. Esta patente se encuentra licenciada a una compañía estadounidense para su explotación en la selección de cepas de microorganismos con potencial uso en la generación de plantas transgénicas con una toxicidad mejorada contra insectos plaga específicos.
De las tres patentes otorgadas en México en 2014, una es la patente No. MX 320050 concedida al grupo del Dr. Lourival Possani y se refiere a un conjunto de nuevos péptidos que tienen actividad antibiótica, diseñados a partir de la secuencia (orden de los aminoácidos que lo componen) de otros péptidos que también poseen capacidad antibiótica. Los antibióticos de naturaleza peptídica y/o su combinación con antibióticos convencionales pueden ayudar a resolver problemas de resistencia múltiple en patógenos. Por ello, es importante continuar la búsqueda de nuevos y mejores péptidos antibióticos. Una empresa mexicana se encuentra actualmente evaluando la posibilidad de obtener una licencia (permiso para la explotación comercial, que otorga el dueño de la patente a un tercero) de uno de los péptidos que protege esta patente.
La patente No. MX 324994, otorgada en México, fue generada por el grupo del Dr. Tonatiuh Ramírez y se refiere a un método para lograr que las células de microorganismos en cultivo sean más eficientes en la producción de algún producto recombinante (particularmente proteínas recombinantes, es decir proteínas propias de otra especie, ahora producidas en microorganismos). Para ello, las células se modifican genéticamente para reducir su capacidad de respuesta al estrés ocasionado por la fluctuación en el oxígeno disuelto que se presenta durante su cultivo. Normalmente esa capacidad de respuesta al estrés, lejos de contribuir a la eficiencia de producción, consume innecesariamente la fuente de carbono (generalmente un azúcar como la glucosa), en lugar de dedicarla a producir el producto de interés (proteína recombinante), por lo que al reducir la capacidad de respuesta al estrés, se elimina la “distracción” de la fuente de carbono. Esta invención tiene un potencial muy interesante de aplicación en cultivos industriales de células recombinantes y actualmente se encuentra disponible para su licenciamiento.
La tercera patente otorgada en México a finales de 2014 al IBt, No. MX 325627, fue desarrollada por el grupo del Dr. Baltazar Becerril. Esta invención comprende un conjunto de anticuerpos recombinantes humanos (anticuerpos de origen humano que son producidos en el laboratorio mediante técnicas de biología molecular usando bacterias como biofábricas), que junto con algunos que se han generado con anterioridad y otros que están en proceso de ser generados, son capaces de neutralizar el veneno de alacranes mexicanos. Su combinación puede ser comercializada en forma de un antiveneno contra el piquete de alacranes mexicanos. Los anticuerpos se encuentran en el formato de cadena sencilla (“single chain”) y pueden ser producidos por fermentación en la bacteria E. coli (un microorganismo muy bien caracterizado y de amplio uso en la industria biofarmacéutica) -evitándose el uso de caballos, como se hace con los antivenenos comerciales actuales-. Por otro lado, al ser de origen humano, se reduce la posibilidad de generar reacciones secundarias adversas en administraciones subsecuentes. Tres empresas mexicanas han mostrado interés en obtener una licencia para comercializar este antiveneno. El autor agradece el apoyo del Mtro. Martín Patiño Vera.
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