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Entre voces en mösiehuali y señales bioquímicas: la historia de Gloria y María.

Lorena Yamileth Balón Rosas y Ángel Eduardo Salgado Escobar


En esta ocasión les contaremos una aventura que enlaza a una niña curiosa llamada Gloria, a su abuelita María y a las bacterias, que, aunque no lo crean… ¡tienen mucho en común!

Esta historia comienza en Tetelcingo, un pueblo indígena del estado de Morelos (México) con tradiciones ancestrales que se reflejan en sus festividades llenas de danzas, colores y sabores. Entre ellas, está una muy especial: “La fiesta de la cosecha”, donde cada tercer domingo de octubre los pobladores acuden a la iglesia para celebrar al patrono Cristo Rey y a la Santísima Trinidad. ¡Las calles del pueblo se transforman en un festín visual y aromático!, se adornan con papel picado de colores vibrantes y grandes arcos hechos de flores y palma. De estos arcos cuelgan calabazas, plátanos largos, elotes, naranjas y panes en forma de borrego, simbolizando la abundancia de la cosecha. Además, la gastronomía juega un papel fundamental, ya que se preparan platillos tradicionales como el mole de guajolote y la calabaza en tacha. El aroma de estos platillos se mezcla con el del copal, creando una atmósfera única que envuelve a todo el pueblo. Cada año, Gloria escucha historias de esta gran celebración, pero en esta ocasión acompañará a su abuelita María a la iglesia para llevar una ofrenda (figura 1).

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Figura 1. Recuerdos de la abuelita María. A) Abuela María con su “cuieyitl” (chincuete), vestimenta de origen Olmeca tradicional de Tetelcingo, Mor. B y C) Jóvenes y niños vestidos de Santiagueros (Xanteyokuóte) en el atrio de la iglesia de los Reyes. Esta danza es muy importante durante la celebración de “la fiesta de la cosecha en honor a Cristo Rey y a la Santísima Trinidad”. D) Procesión (recorrido) tradicional de las imágenes religiosas de Cristo Rey y del Patrón del Santo Entierro por las calles de Tetelcingo, Mor. E) Ofrenda a Cristo Rey y a la Santísima Trinidad (Fotografías: María Becerro Gadea y Juan Balón).

Al llegar a la iglesia, la abuela María es recibida por sus amigas, pero ellas no la saludan con un típico ¡Hola!, si no con un: «¡Yetlajca María!, tlasojcömati ca bentli», a lo que la abuela María responde, «Amo cana itla, ¡Ijnecuisti bielic! ¿quiemi quipaliebia?». La conversación siguió, pero Gloria no entendía ni una sola palabra y estaba muy confundida. De regreso a casa, le preguntó a su papá sobre el idioma que escuchó hablar a la abuela María y con una sonrisa su papá le explicó: «Tu abuelita María habla mösiehuali, una variante del náhuatl en Tetelcingo. No todas las personas del pueblo hablan o entienden el español, por eso se comunican por la lengua mösiehuali».

Al día siguiente, Gloria llegó muy contenta a la escuela, porque el día iniciaría con Biología, su clase favorita. El tema de la clase era: “La comunicación bacteriana”, ¡Nuevamente algo de comunicación y ahora en bacterias! Gloria recordó la conversación de su abuelita María, así que escuchó con mucha atención al profesor: «Chicos, las bacterias “hablan” entre ellas a través de un mecanismo llamado quorum sensing, que es un término en inglés que une dos vocablos: quorum (de asamblea, reunión o comunidad) y sensing (de la capacidad de “sensar”; esto es, de interactuar o comunicar). El quorum sensing les permite producir y percibir moléculas químicas que actúan como señales que solo ellas entienden. Estas señales les indican qué hacer: moverse, colonizar o producir antibióticos para combatir a otros microorganismos (figura 2A).

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Figura 2. Mecanismo de comunicación celular. A) Quorum sensing en bacterias: 1- Producción de la molécula química por la sintasa -una enzima- (verde). 2- Cuando se produce una mayor concentración celular, concomitantemente, se producen muchas moléculas químicas. Esto permite que se unan a un receptor específico (morado). 3- El complejo molécula química-receptor, permitirá la activación de un grupo de genes que estarán involucrados en varias funciones morfo-fisiológicas. B) El quorum sensing se caracteriza porque requiere de una alta concentración de moléculas químicas para que ocurra.

Pero, como su nombre lo indica, para que esto ocurra necesitan “quorum”, que significa: el número de individuos necesarios para tomar una decisión, es decir, cuando se alcanza una alta concentración poblacional. Imaginemos a 10 bacterias en un frasco de 1 litro, para su diminuto tamaño, ese volumen es inmenso y será difícil que logren comunicarse. Pero, conforme pasa el tiempo y se multiplican, ¡llegan a ser millones de bacterias en el frasco!, esto significa que hay una alta concentración poblacional que envía y recibe una mayor cantidad de señales químicas que les permite llegar a un acuerdo grupal (esto es, una decisión de quorum) y decidir qué función realizarán en beneficio a la comunidad, lo cual es importante para enfrentar cualquier desafío, por ejemplo: combatir o defenderse de un patógeno o sobrevivir bajo condiciones desfavorables» (figura 2B).

Gloria fascinada, pregunta: «¿cómo platican entre ellas sin que se entere un enemigo?», «¡Buena pregunta, Gloria!, la molécula señal es como una palabra en un lenguaje desconocido para los patógenos. Por lo general, en las bacterias Gram-negativas , su lenguaje se basa en la producción y percepción de moléculas que tienen un nombre complicado: N-acil homoserina lactonas. Mientras que, las bacterias Gram-positivas secretan y detectan péptidos modificados . Sin embargo, solo las bacterias que “hablan el mismo lenguaje”, es decir, que producen y detectan la misma molécula química, podrán entenderse. Al escuchar esta explicación, Gloria exclama: «¡como mi abuelita María!, ella es de Tetelcingo, un pueblo indígena de Morelos que habla mösiehuali, una variante del náhuatl que solo ellos entienden» (figura 3). «Yo sé algunas palabras que me enseñó mi papá, pero pronto lo hablaré como mi abuelita María para comunicarnos sin que los demás lo descifren, ¡así como las bacterias!»

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Figura 3. El quorum sensing y sus semejanzas con el lenguaje. A) Se ejemplifica las similitudes de comunicación entre las bacterias por moléculas químicas y la comunidad indígena por mösiehuali. B) Ejemplo de dos moléculas químicas, que producen y perciben dos bacterias diferentes: Rhizobium y Bacillus.

A la par, se escuchó otro estudiante: «Profesor, ¿es posible que las bacterias se comuniquen con otros seres vivos?», Gloria como toda una experta en el tema de comunicación bacteriana, contestó: «Sí, porque mi abuelita María habla mösiehuali con sus amigas, pero español conmigo». El profesor muy contento por la participación de Gloria responde: «Así es, pueden hablar con otros seres vivos, ¡incluso con nosotros! Las bacterias no solo se comunican entre ellas, sino que también tienen una forma de "llamar" a otras especies para coordinarse y, a veces, incluso para hacer “negocios” entre ellas. En nuestro cuerpo, las bacterias y los humanos tienen una relación de trabajo muy ocupada, por ejemplo, en nuestro intestino, "hablan" con nuestras células para ayudarnos a digerir los alimentos. A cambio, nosotros les damos un lugar cómodo para vivir y mucha comida (¡las sobras de nuestra comida!) (figura 4A).

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Figura 4. Comunicación celular interespecífica. A) Quorum sensing entre nuestro microbioma y nuestras células epiteliales del intestino. B) Quorum sensing entre bacterias-plantas.

De igual manera, a veces, las bacterias pueden enviar señales a otras especies para coordinarse en la naturaleza. Por ejemplo, algunas bacterias pueden enviar señales a las plantas para ayudarles a crecer, y las plantas, a su vez, ofrecen nutrientes a las bacterias. Es como un trueque donde todos se comunican y hacen tratos (o “negocios”) para ayudarse mutuamente (figura 4B).

Lamentablemente, la clase terminó chicos, espero no olviden que las bacterias son grandes comunicadores en el mundo microbiano. No solo hablan entre ellas, sino que también tienen maneras de interactuar y colaborar con otros seres vivos».

Con el tiempo, Gloria decidió ser científica y estudiar a nivel fisiológico y molecular la comunicación bacteriana. Desafortunadamente, no logró dominar el mösiehuali como su abuelita María, pero imagina que las bacterias sí lo hacen, permitiéndoles comunicarse y organizarse sin que otros se enteren.

Lecturas recomendadas

  1. Adrián Rodríguez Vidal & Blanca Margarita Zapotitla Román. 2024. Fiesta de la Cosecha, Tetelcingo Morelos. https://www.youtube.com/watch?v=GvrJEc4sCyY
  2. Gómez J. (29 de mayo, 2020). Tetelcingo, una lucha por su territorio. Suplemento cultural el tlacuache. https://www.inah.gob.mx/images/suplementos/20200529tlacuache935.pdf
  3. Instituto lingüístico de verano (ILV) a. c. Mösiehuali, Náhuatl o mexicano de Tetelcingo, Morelos. https://mexico.sil.org/es/lengua_cultura/nahuatl/mosiehuali-nhg
  4. M. en B. Ángeles Pérez Oseguera. 2017. ¿Se comunican las bacterias? Biotecnología en Movimiento 6(10). https://biotecmov.ibt.unam.mx/services/pdfDownloader.php?id=MTAqKl8qKjY=
  5. Lic. Martín Paolo Soto Aceves y Dr. Miguel Cocotl Yañez. La compleja comunicación en la bacteria Pseudomonas aeruginosa. Biotecnología en Movimiento 7(10). https://biotecmov.ibt.unam.mx/services/pdfDownloader.php?id=MTAqKl8qKjc=
  6. Díaz Pérez, Sharel Pamela y Campos García, Jesús (2021, mayo-junio). Comunicación entre bacterias: el WhatsApp de Pseudomonas aeruginosa. Revista Digital Universitaria, 3(22). DOI: http://doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2021.22.3.7



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Acerca de los autores

La M. en C. Lorena Yamileth Balón Rosas es bioquímica y bióloga molecular por el Centro de Investigación en Dinámica Celular (CIDC) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Posee una maestría en Ciencias Bioquímicas de la UNAM con enfoque en microbiología. Actualmente, cursa su doctorado en el Instituto de Biotecnología, UNAM. Su proyecto doctoral está relacionado al estudio fisiológico y transcripcional del crecimiento y la esporulación de Bacillus velezensis 83 bajo condiciones de pH ácido y alta concentración celular. El M. en C. Ángel Eduardo Salgado Escobar es bioquímico y biólogo molecular por el Centro de Investigación en Dinámica Celular (CIDC) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Posee una maestría en Ciencias Bioquímicas de la UNAM con enfoque en virología. Actualmente, cursa su doctorado en el Instituto de Biotecnología, UNAM. Su proyecto doctoral está relacionado al estudio de la proteína viral NSP3 de rotavirus y su probable participación en la regulación de la vida media del ARN.

Contacto: lorena.balon@ibt.unam.mx; angel.salgado@ibt.unam.mx


Esta historia está inspirada y dedicada con mucho cariño a María Becerro Gadea, indígena tetelcinga y abuela de los autores.


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