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Biotecnología en Movimiento · Año 11 · Número 42.
Publicado el 03 de noviembre del 2025.

El último cavernícola está preocupado

Julio, Agosto y Septiembre de 2025



Con este número de Biotecnología en Movimiento iniciamos nuestro undécimo año de publicación. Como lo reportamos en el número anterior de aniversario, estos diez años han sido una aventura extraordinaria tanto para los autores como para el equipo editorial, y esperamos que también para nuestros lectores, que afortunadamente cada día son más.

Este número de Biotecnología en Movimiento incluye artículos de muy diversa índole, pero todos ellos, consideramos, de interés para el público lector. Iniciamos con uno que no solo es interesante, sino que muestra una situación actual sumamente preocupante: la creciente desinformación sobre aspectos científicos en la población. Esto, de por sí, es muy alarmante, pero en tiempos recientes se ha agravado: la desinformación la ejercen y difunden los más poderosos, quienes han puesto en duda, por ejemplo, la utilidad de las vacunas, quizá el invento biotecnológico que más vidas ha salvado en toda la historia de la humanidad.

Encontrarán a “Urk”, el último cavernícola, muy preocupado por esta situación, ya que él ha vivido la era más oscura de la humanidad, cuando no existía la ciencia traducida en higiene, agua potable, leche pasteurizada, antibióticos, vacunas, etcétera, y nos advierte que si seguimos creyendo en las fake news que nos asedian por todos lados —sobre todo a los jóvenes, a través de las redes sociales— podríamos regresar a la edad de las cavernas. Y esto no es figurativo: ¡es una amenaza real!

Afortunadamente, en biotecnología no todo son fake news, como podrán ver en los demás artículos publicados en este número. Verán cómo los anticuerpos anti-SARS-CoV-2 pueden ser transformados por biotecnólogas y biotecnólogos para crear medicamentos extraordinarios. Encontrarán otro artículo en el que se explica que las abejas no se alimentan de polen (como casi todo el mundo cree), sino de un fermentado de ese polen, proceso en el que intervienen muchos microorganismos que ya han sido caracterizados.

También disfrutarán de un artículo que narra cómo se pueden buscar genes específicos y útiles en plantas, basándose en su parentesco o similitudes, por ejemplo, en el color de sus flores. Otro artículo aborda un enorme problema que enfrenta la humanidad: la resistencia microbiana a los antibióticos. Las autoras nos cuentan cómo los microbios se vuelven resistentes, sobre todo porque son infectados por virus que, cuando no los matan, les proporcionan armas genéticas para destruir o evadir la acción de los antibióticos. Además, nos relatan las opciones que existen para enfrentar este problema.

Para aquellas parejas que tienen problemas de infertilidad, el artículo escrito por expertas en el tema —y desde diversas disciplinas— explica qué se puede hacer, desde la genética, para que la reproducción asistida tenga el mayor éxito posible y se puedan detectar daños genéticos potenciales en los bebés que se desarrollarán a partir de la implantación de embriones.

Otro artículo, que recuerda una famosa película de Disney de 1989, y que su autor ha titulado Querida, ¡encogí al genoma!, relata la fascinante historia de cómo un grupo de científicos logró “construir” el genoma de una bacteria con la carga genética mínima, es decir, con el número mínimo de genes que le permite vivir. Algunas bacterias, como la conocida E. coli, que todos tenemos en el intestino, poseen entre 4 mil y 5 mil genes, y los investigadores consiguieron que una bacteria con solo 473 genes pudiera sobrevivir.

Finalmente, presentamos un artículo que describe las patentes obtenidas por el Instituto de Biotecnología, con aplicaciones en las industrias farmacéutica y alimentaria. Incluyen: una nueva enzima para producir un tipo de prebióticos (nutrientes para las bacterias intestinales benéficas); un nuevo proceso de fermentación para generar el compuesto denominado resveratrol, producido por algunas plantas como la vid y con importantes beneficios para la salud —por ejemplo, su acción antioxidante—; una nueva cepa bacteriana útil para la biorremediación de sitios contaminados con metales pesados; un par de moléculas de origen no proteico con una actividad antibiótica muy interesante; y, finalmente, la producción de un antibiótico de naturaleza peptídica (es decir, constituido por pequeñas proteínas) presente en frutos de chile.

Todas estas patentes están disponibles para su licenciamiento por parte de empresas interesadas. Estos inventos están muy en sintonía con el Premio Nobel de Economía 2025, otorgado a tres investigadores que documentaron que el progreso humano se debe fundamentalmente a la innovación. También demostraron que esto no siempre ha sido así (como lo percibimos en nuestra escala de tiempo). En la época de “Urk” no hubo progreso, ni desde luego crecimiento económico, y, sin embargo, hay poderosos que nos quieren hacer creer que la ciencia no funciona, cuando en realidad es lo que nos ha dado bienestar, confort, alimentación, vida sana y prolongada, y tiempo para disfrutar de las maravillas de la naturaleza y de la civilización.

Desde Biotecnología en Movimiento, a quienes detentan el poder y, aunque prediquen lo contrario, nos quieren regresar a los tiempos de “Urk”, les decimos: ¡no pasarán!

Como siempre, esperamos que disfruten este número lleno de historias interesantes, y agradecemos que nos lean y nos escriban a biotecmov@ibt.unam.mx.

Enrique Galindo Fentanes
Editor en jefe

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